miércoles, 9 de noviembre de 2016

Una Salvación tan grande



Escrito por Oman Escalona


Una Salvación tan grande


Latinoamérica es una región del mundo netamente llena de costumbres y religiosidad. Muchos han escuchado sobre la existencia de Dios y, la mayoría, afirman creer en él, o por lo menos que el tal existe. También es conocido que Jesucristo es su hijo y que murió en la cruz, pues, ¿Quién no ha visto las películas que relatan ese hecho,  por ejemplo la dramática Pasión de Cristo de Mel Gibson? Sin embargo, lo importante es saber qué significa para la humanidad esa muerte que partió la historia del mundo en dos y cuál es la voluntad de Dios para los hombres.

La verdad está manchada de relativismo y carente de adsoluto. El hombre se ha alejado de entender esa muerte en la cruz y se preocupa por otras cosas. Jesús dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí", en Juan 14:6. Jesús es la verdad, él lo afirmó, no hay discución en eso, si decimos creer en Dios. Asimismo afirmó que es el camino y la vida.

El camino, ¿A qué? Al cielo. Al Padre, pues, así funciona el plan de Dios para salvarnos. Jesús es el único camino a Dios, no una religión, no una iglesia, no una costumbre o algún otro hombre, sino Jesús, el Primogénito hijo de Dios. 


La vida, porque trajo la vida espiritual a todos los seres humanos. Pues, la desobediencia de Adán hizo que el pecado entrara al mundo y con él la muerte, no solo física, sino también espiritual. Jesús, al morir en la cruz cargó el pecado de la humanidad, el castigo que merecíamos y nos reconcillió con Dios.

El que cree en Cristo ya no está muerto espiritualmente. "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida." está escrito en Juan 5:24. Vida eterna y la salvación significan el sacrificio en la cruz. El camino y la verdad sobre Dios, esa verdad absoluta. Sin ningún intermediario, ahora se puede tener relación directa con el Padre, gracias a que la salvación entró al mundo por Jesús. 

Y por ser justo también expresó: "El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios", Juan 3:18. Para colocar ambos caminos a la humanidad. 


Ese sacrificio solo es una parte del pacto. Es un cheque, pero cada ser humano debe cobrarlo para disfrutar de él. El apóstol Pablo escribió: "que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo." en la carta a los romanos 10:9. La parte del hombre es creer. Creer en el corazón ese sacrificio y confesarlo con la boca, renunciando a los pecados y arrepintiéndose de ellos para vivir en la libertad que el Salvador dio a la humanidad. 

Sin sacrificio de animales, sin pagar, sin religión alguna, solo confesar con la boca a Jesús y creer que murió por cada quien para salvarnos. Dejar el pecado, pues, el buen Pastor dijo que "todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado" en Juan 8:34, pero luego escribió: "Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres", y esa libertad se tiene aceptando al Salvador en el corazón.  Libre del pecado es lo que Dios planeó desde la fundación del mundo y una relación directa con él. 

Así de sencillo, solo confesar que Jesús es el salvador y renunciar a una vida pecaminosa por obtener la vida eterna que él ofrece a, los que, les siguen. El que recibe a Jesús, dice la Biblia en Juan 1:12: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios", sin recibirlo, no se es hijo, solo creación. Creer en Jesús da ese beneficio: ser hecho hijo de Dios. 

De esta manera la Biblia recomienda y deja esta interrogante para la humanidad: "¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron," en Hebreos 2:3.  Dios otorgó libre albedrio, que el hombre escoja: Salvación o condenación. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario