domingo, 13 de noviembre de 2016

Ética del comunicador social


Escrito por Stevens Rosado

Ética del comunicador social

    Comunicación social es quizás una de las profesiones más importantes de la actualidad, ya que tiene la magia de conectarnos con lo que pasa en nuestro país y el mundo. Pero con la gran cantidad de intereses en nuestros días y la perdida de valores morales cabe preguntarnos ¿realmente los comunicadores sociales son dignos de confiar? ¿Las informaciones que suministran son verdaderas? 

    La ética del comunicador social se basa en la veracidad, honestidad, integridad,  imparcialidad y profesionalismo para informar lo que pase en el día a día. Los periodistas brindan un servicio público con noticias e informaciones de interés general. Tienen derecho a la libertad de expresión, pero también deben rechazar actos como el soborno, plagio, injuria, calumnia y difamación, viendo su profesión como una necesidad social y no una mercancía, en donde tienen derecho a negarse si se les pide que transmitan algo en contra de sus convicciones y guardar el secreto profesional, no revelando en ningún momento la fuente que le transfiere la información.

    Por lo general los medios deben fomentar la participación pública en los mismos y el derecho de los ciudadanos a la información. Siempre los actos de comunicación se hacen con respeto a la privacidad, dignidad y disposiciones humanas, incluyendo las instituciones de cualquier tipo. Los comunicadores también deben fomentar los valores universales y culturales, la paz, democracia, desarrollo social y luchar en contra de la violencia, el racismo y la desigualdad social.


    Hoy en día alrededor de la ética del comunicador se encuentran diferentes factores, como el dinero, prestigio, privilegios, amenazas, miedo que son como tentaciones que incitan a cometer un pecado. La  sociedad en la que vivimos y los poderes políticos, económicos y morales ejercen una presión brutal contra los periodistas ya que todos se han dado cuenta del poder que ejercen los medios de comunicación en las vidas de las personas a través de la concientización y educación.  Por esa vía se pueden ganar o perder numerosos intereses. El comunicador social con verdadera moral entiende la importancia de su profesión y el daño o beneficio que puede brindar una información sacada al aire. Aunque lamentablemente otros se dejan llevar por las circunstancias, las pasiones o la vanidad de personas que no velan por el bienestar del pueblo si no el de ellos mismos.

     En Venezuela hay  casos muy extraños y quizás diferentes al de otros países.

    En primer lugar no hay respeto por la libertad de expresión, el libre pensamiento y diversidad de opinión. En el caso específico del gobierno, se cerró un canal de televisión de más de 50 años porque simplemente mostraba una opinión contraria.

    En segundo lugar se ha visto violada la ley de la imparcialidad, y muchos medios de comunicación se han decantado abiertamente por alguna tendencia política, ejemplos claros los vemos en venezolana de televisión canal completamente parcializado a favor del gobierno, e igualmente la emisora RCR  a favor de la oposición. Esto genera un problema grabe de información ya que los canales transmiten muchas cosas buenas de su tendencia política, pero no dicen en muchos casos las malas y viceversa de la tendencia contraria dicen lo malo, pero no lo bueno. Esto hace que la información no sea completa ni cien por ciento verdadera.

    En tercer lugar muchos medios de comunicación son manejados como un negocio más y no como un bien para la sociedad, cuando muestran contenidos que buscan vender más, pero que en realidad no aportan nada. Esto ocurre cuando no hay una investigación seria y responsable del tema que se toca y la información que se saca a la luz son noticias que carecen de profundidad y son irrelevantes para la sociedad, el objetivo no es llegar a la verdad, sino obtener más dinero. Los medios apelan a que ésta es la información que le importa a la mayor parte de la población, porque las portadas sobre los escándalos amorosos de los famosos venden, al igual como las crudas imágenes que grafican grandes tragedias o episodios violentos suben el rating, olvidándose de las personas víctimas de estos hechos, de su sufrimiento y del derecho a resguardar su intimidad.

    En cuarto lugar entra el soborno, aquellas personas que les pagan a los periodistas para que publiquen información falsa o de conveniencia personal. En algunos casos es al revés y se les paga es para que no digan la verdad acerca de un hecho o asunto especifico.

    Pero no todo es inmoral en nuestros días, ni tampoco están todos los periodistas corrompidos, pues hay muchos que si dicen la verdad y cumplen a cabalidad la ética del comunicador social, porque creen más en el bienestar del pueblo y no en sus propios intereses o los intereses de una minoría engañadora. Tanto a sido la etica de algunos profesionales de la comunicación, que algunos han ido a la cárcel defendiendo la verdad.

    Se puede decir que en la comunicación social hay personas dignas de confianza y otras que no, quienes dicen la verdad a plenitud y los que la esconden. Mas allá del dinero, o prestigio la ética del comunicador se basa en sus valores morales, creencias e incluso su espiritualidad. Las personas eligen lo que quieren ver y tienen la capacidad de discernir diferentes informaciones, lo recomendable es que no se conforme con un solo medio si no que varié, investigue y reflexione para de esta forma distinguir a aquellos que cumplen con su labor y son veraces, honestos, íntegros e imparciales. La justicia siempre triunfa y la verdad sale a luz.


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