El juicio divino
Apocalipsis 14: 6. “vi volar otro ángel que tenia el evangelio
eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación, tribu,
lengua y pueblo”.
Marcos 16:14 – 15. “finalmente apareció a los once, cuando estaban
a la mesa. Reprendió su incredulidad y dureza de corazón, por no haber creído a
los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: “id por todo el mundo, y
predicad el evangelio a toda creatura”.
Apocalipsis 14: 7. “decía a gran voz: “¡reverenciad a Dios y dadle
gloria, porque ha llegado la hora de su juicio! Y adorad al que hizo el cielo y
la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.
Eclesiastés 12:14. “Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con
toda cosa oculta, sea buena o sea mala”.
Hechos 17:31. “por cuanto ha establecido un dia en el cual juzgara
al mundo con justicia”
2 corintios 5:10. “porque es necesario que todos nosotros
comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que
haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”
Levítico 16:29 – 30. “tendréis esto por decreto perpetuo. El dia
diez del séptimo mes ayunareis. No haréis ningún trabajo, ni el nativo ni el
extranjero que vive entre vosotros. Porque ese día se hará expiación por
vosotros, para purificaros. Y quedareis limpios de todos vuestros pecados ante
el Señor”.
Hebreos 9:23 – 24. “fue, pues, necesario que las figuras de las
cosas celestiales fueran purificadas así; pero las cosas celestiales mismas,
con mejores sacrificios que estos, porque no entro Cristo en el santuario hecho
por los hombres, figura del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse
ahora por nosotros ante Dios”.
Daniel 8:14. “hasta
dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”
Números 14:34.
“conforme al numero de los 40 días en que reconocisteis la tierra, llevareis
vuestra culpa durante 40 años. Un día por cada año. Y conoceréis mi desagrado”.
Daniel 8:26 – 27. “la
visión de las tardes y mañanas que te fue dada, es verdadera. Y tu sella la
visión, porque es para un futuro distante. Y yo, Daniel, quede quebrantado, y
estuve enfermo algunos días. Cuando convalecí, atendí los asuntos del rey. Pero
quede espantado acerca de la visión, y no la entendía”.
Daniel 9:23 – 27. “tan
pronto como empezaste a orar, fue dada la respuesta, y yo he venido a
enseñártela, porque tu eres muy amado. Entiende, pues, la palabra, y entiende
la visión. Setenta semanas están cortadas para tu pueblo y tu santa ciudad,
para acabar la prevaricación, poner fin al pecado, expiar la iniquidad, traer
la justicia de los siglos, sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de
los santos. Conoce y entiende que desde que salga la orden de restaurar y
reedificar a Jerusalen hasta el mesías príncipe, habrá 7 semanas, mas 62
semanas. La plaza y la muralla se reedificaran en tiempos angustiosos. Después
de las 62 semanas le quitaran la vida al mesías, y no por si mismo. Y el pueblo
de un príncipe que ha de venir, destruirá la ciudad y el santuario. Su fin
vendrá como una inundación, y hasta el fin de la guerra, será talada con
asolamiento. En otra semana confirmara el pacto a muchos. Y a la mitad de la
semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Y sobre el ala del templo uno
ejecutara la abominación asoladora, hasta que la ruina decretada caiga sobre el
desolador”.
Apocalipsis 14: 6. “vi volar otro ángel que tenia el evangelio
eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación, tribu,
lengua y pueblo”.
Apocalipsis 14: 7. “decía a gran voz: “¡reverenciad a Dios y dadle
gloria, porque ha llegado la hora de su juicio! Y adorad al que hizo el cielo y
la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.
Daniel 7:9-10. “estuve
mirando hasta que fueron puestos unos tronos y se sentó un anciano de días. Su vestido
era blanco como la nieve; el pelo de su cabeza, como lana limpia. Su trono
llama de fuego, y sus ruedas fuego ardiente. Un rio de fuego procedía y salía
de delante de el; miles de miles lo servían, y millones de millones estaban
delante de el. El juez se sentó y los libros fueron abiertos”.
Apocalipsis 4:2. “al instante, estando yo en el Espíritu, vi un
trono establecido en el cielo, y en el trono uno sentado”.
Hebreos 9: 25 – 28. “tampoco entre para ofrecerse muchas veces a si
mismo, como entra el sumo sacerdote en el lugar santísimo, cada año con sangre
ajena. De otra manera a Cristo le hubiera sido necesario padecer muchas veces
desde la creación del mundo. Pero ahora, al final de los siglos, se presento
una sola vez para siempre, para quitar el pecado, por medio del sacrificio de
si mismo. Y asi como esta ordenado que los hombres mueran una vez, y después
enfrenten el juicio. Asi también Cristo fue ofrecido una sola vez, para quitar
los pecados de muchos. Y la segunda vez, sin relación con el pecado, aparecerá
para salvar a los que lo esperan”.

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